Después de las exploraciones, las potencias europeas conquistaron y colonizaron
territorios en América. A partir de entonces, la cultura europea y la de las civili-
zaciones americanas se unieron y constituyeron las naciones americanas de hoy.
Los españoles se apoderaron de las grandes civilizaciones americanas: los mexi- cas en Mesoamérica y los incas en los Andes. Eran los imperios más poblados y más importantes, por eso cuando España se dividió administrativamente les otorgó el rango de virreinato. El Imperio Azteca se convirtió en Nueva España en 1535, y la región incaica en el virreinato del Perú, en 1543.
Los demás territorios americanos recibieron los nombres de capitanías hasta que tuvieran más población o riquezas que justificaran elevar su posición, como ocu- rrió en lo que hoy es Colombia, Panamá y Ecuador, que, por la importancia de sus puertos, fue nombrado el virreinato de Nueva Granada en 1717, mientras que lo que hoy es Argentina, se volvió el virreinato del Río de la Plata cuando sus puertos se volvieron puntos de comercio y se encontraron algunos yacimientos de plata.
Para gobernar sus posesiones, los españoles establecieron nuevas instituciones, como la Casa de Contratación de Sevilla, organismo que se encargaba de re- gular el comercio y la migración española en todas las colonias. Los virreinatos también contaron con audiencias en las poblaciones de importancia, las cuales tenían a su cargo tratar asuntos administrativos, económicos y de justicia. Eran presididas por el virrey, quien era el representante del rey en las nuevas tierras y se encargaba de la administración de las mismas. El cargo no era hereditario, los monarcas españoles nombraban a sus representantes según sus aptitudes, por sus servicios leales o como premio.
En general, Nueva España y Perú tuvieron características coloniales muy pare- cidas: ambos virreinatos tuvieron organismos administrativos coloniales, fueron cristianizados por las órdenes religiosas, se explotaron las minas, se hicieron
Los españoles se apoderaron de las grandes civilizaciones americanas: los mexi- cas en Mesoamérica y los incas en los Andes. Eran los imperios más poblados y más importantes, por eso cuando España se dividió administrativamente les otorgó el rango de virreinato. El Imperio Azteca se convirtió en Nueva España en 1535, y la región incaica en el virreinato del Perú, en 1543.
Los demás territorios americanos recibieron los nombres de capitanías hasta que tuvieran más población o riquezas que justificaran elevar su posición, como ocu- rrió en lo que hoy es Colombia, Panamá y Ecuador, que, por la importancia de sus puertos, fue nombrado el virreinato de Nueva Granada en 1717, mientras que lo que hoy es Argentina, se volvió el virreinato del Río de la Plata cuando sus puertos se volvieron puntos de comercio y se encontraron algunos yacimientos de plata.
Para gobernar sus posesiones, los españoles establecieron nuevas instituciones, como la Casa de Contratación de Sevilla, organismo que se encargaba de re- gular el comercio y la migración española en todas las colonias. Los virreinatos también contaron con audiencias en las poblaciones de importancia, las cuales tenían a su cargo tratar asuntos administrativos, económicos y de justicia. Eran presididas por el virrey, quien era el representante del rey en las nuevas tierras y se encargaba de la administración de las mismas. El cargo no era hereditario, los monarcas españoles nombraban a sus representantes según sus aptitudes, por sus servicios leales o como premio.
En general, Nueva España y Perú tuvieron características coloniales muy pare- cidas: ambos virreinatos tuvieron organismos administrativos coloniales, fueron cristianizados por las órdenes religiosas, se explotaron las minas, se hicieron
grandes haciendas, hubo mestizaje, la arquitectura y la pintura tuvieron el mis-
mo estilo, etcétera.
La diferencia radicó en la manera como los pueblos indígenas asimilaron la Con- quista. En Mesoamérica, Hernán Cortés desembarcó en 1519 y, en su avance hacia el centro del Imperio Azteca, encontró a su paso pueblos que se aliaron con él y otros que fueron conquistados. Cuando finalmente Tenochtitlan cayó, los pueblos aliados gozaron de privilegios, lo que permitió que la religión y la administración española fueran más rápidamente asimiladas. Los pueblos que no se aliaron a Cortés fueron duramente castigados y su población casi fue ex- terminada, por lo que tuvieron que asimilar la cultura española a la fuerza. Du- rante los tres siglos que duró la Colonia, hubo levantamientos indígenas y de esclavos en las zonas del campo.
En Perú los conquistadores no contaron con alianzas indígenas, por el contrario, los incas resistieron durante años la dominación española porque los españoles fueron muy crueles. En los lugares dominados por las fuerzas españolas, los in- dígenas fueron esclavizados en las minas y los rebeldes fueron torturados hasta morir; estas acciones hicieron pensar a los nativos que estaban mejor bajo el Imperio Inca y por eso se agruparon para que regresara.
Durante años, los indígenas tuviero Después de las exploraciones, las potencias europeas conquistaron y colonizaron territorios en América. A partir de entonces, la cultura europea y la de las civili- zaciones americanas se unieron y constituyeron las naciones americanas de hoy.
La diferencia radicó en la manera como los pueblos indígenas asimilaron la Con- quista. En Mesoamérica, Hernán Cortés desembarcó en 1519 y, en su avance hacia el centro del Imperio Azteca, encontró a su paso pueblos que se aliaron con él y otros que fueron conquistados. Cuando finalmente Tenochtitlan cayó, los pueblos aliados gozaron de privilegios, lo que permitió que la religión y la administración española fueran más rápidamente asimiladas. Los pueblos que no se aliaron a Cortés fueron duramente castigados y su población casi fue ex- terminada, por lo que tuvieron que asimilar la cultura española a la fuerza. Du- rante los tres siglos que duró la Colonia, hubo levantamientos indígenas y de esclavos en las zonas del campo.
En Perú los conquistadores no contaron con alianzas indígenas, por el contrario, los incas resistieron durante años la dominación española porque los españoles fueron muy crueles. En los lugares dominados por las fuerzas españolas, los in- dígenas fueron esclavizados en las minas y los rebeldes fueron torturados hasta morir; estas acciones hicieron pensar a los nativos que estaban mejor bajo el Imperio Inca y por eso se agruparon para que regresara.
Durante años, los indígenas tuviero Después de las exploraciones, las potencias europeas conquistaron y colonizaron territorios en América. A partir de entonces, la cultura europea y la de las civili- zaciones americanas se unieron y constituyeron las naciones americanas de hoy.
Los españoles se apoderaron de las grandes civilizaciones americanas: los mexi- cas en Mesoamérica y los incas en los Andes. Eran los imperios más poblados y más importantes, por eso cuando España se dividió administrativamente les otorgó el rango de virreinato. El Imperio Azteca se convirtió en Nueva España en 1535, y la región incaica en el virreinato del Perú, en 1543.
Los demás territorios americanos recibieron los nombres de capitanías hasta que tuvieran más población o riquezas que justificaran elevar su posición, como ocu- rrió en lo que hoy es Colombia, Panamá y Ecuador, que, por la importancia de sus puertos, fue nombrado el virreinato de Nueva Granada en 1717, mientras que lo que hoy es Argentina, se volvió el virreinato del Río de la Plata cuando sus puertos se volvieron puntos de comercio y se encontraron algunos yacimientos de plata.
Para gobernar sus posesiones, los españoles establecieron nuevas instituciones, como la Casa de Contratación de Sevilla, organismo que se encargaba de re- gular el comercio y la migración española en todas las colonias. Los virreinatos también contaron con audiencias en las poblaciones de importancia, las cuales tenían a su cargo tratar asuntos administrativos, económicos y de justicia. Eran presididas por el virrey, quien era el representante del rey en las nuevas tierras y se encargaba de la administración de las mismas. El cargo no era hereditario, los monarcas españoles nombraban a sus representantes según sus aptitudes, por sus servicios leales o como premio.
En general, Nueva España y Perú tuvieron características coloniales muy pare- cidas: ambos virreinatos tuvieron organismos administrativos coloniales, fueron cristianizados por las órdenes religiosas, se explotaron las minas, se hicieron
50grandes haciendas, hubo mestizaje, la arquitectura y la pintura tuvieron el mis- mo estilo, etcétera.
La diferencia radicó en la manera como los pueblos indígenas asimilaron la Con- quista. En Mesoamérica, Hernán Cortés desembarcó en 1519 y, en su avance hacia el centro del Imperio Azteca, encontró a su paso pueblos que se aliaron con él y otros que fueron conquistados. Cuando finalmente Tenochtitlan cayó, los pueblos aliados gozaron de privilegios, lo que permitió que la religión y la administración española fueran más rápidamente asimiladas. Los pueblos que no se aliaron a Cortés fueron duramente castigados y su población casi fue ex- terminada, por lo que tuvieron que asimilar la cultura española a la fuerza. Du- rante los tres siglos que duró la Colonia, hubo levantamientos indígenas y de esclavos en las zonas del campo.
En Perú los conquistadores no contaron con alianzas indígenas, por el contrario, los incas resistieron durante años la dominación española porque los españoles fueron muy crueles. En los lugares dominados por las fuerzas españolas, los in- dígenas fueron esclavizados en las minas y los rebeldes fueron torturados hasta morir; estas acciones hicieron pensar a los nativos que estaban mejor bajo el Imperio Inca y por eso se agruparon para que regresara.
Durante años, los indígenas tuvieron la esperanza de que un príncipe inca, lla- mado Inkarrí, se levantaría en armas para acabar con los españoles, por eso en este virreinato también se rebelaron constantemente. La revuelta más impor- tante fue encabezada por Tupac Amaru II, en 1780, pero a pesar de la cantidad importante de indígenas que lo siguieron, Tupac fue apresado y ejecutado. n la esperanza de que un príncipe inca, lla-
mado Inkarrí, se levantaría en armas para acabar con los españoles, por eso en
este virreinato también se rebelaron constantemente. La revuelta más impor-
tante fue encabezada por Tupac Amaru II, en 1780, pero a pesar de la cantidad
importante de indígenas que lo siguieron, Tupac fue apresado y ejecutado.
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